Respecto al uso de personajes con derechos reservados, como los pertenecientes a Nintendo, siempre ha existido un debate: para un bando, esta conducta es censurable, ya que se trata de creaciones no autorizadas y que deberían evitarse, mientras que para otros, mientras no haya interés económico de por medio, es mejor hacerse de la “vista gorda”. Simplemente, son creaciones realizadas por fans para fans, que no pueden hacer daño a nadie. Mi opinión concuerda con la de estos últimos, y es que de vez en cuando, uno se encuentra con ideas que pasadas por alto por la compañía.
Véase el caso de Super Mario War: un divertido título multijugador, creado por un equipo de programadores lidereado por Michael Schaffer y Florian Hufsky, como una forma de tributo al plomero italiano. Hasta cuatro personas pueden participar en los enfrentamientos, donde el objetivo es ir eliminado a los otros Mario saltando encima de ellos: desde su aparición, dado el carácter abierto y gratuito de este juego (amparado bajo la GPL), se ha ido perfeccionando con el tiempo y actualmente cuenta con varios modos de juego, como son GetTheChicken, Domination, CTF, además de estar disponible para sistemas operativos MS Windows, Linux, MacOSX e incluso consolas como el Xbox y GP2X. Al contar con un editor de niveles, se tiene a disposición de cualquier interesado al menos 1,000 de ellos, por lo que la diversión nunca termina.
El título anterior solo es una pequeña muestra de lo que los seguidores de Nintendo han hecho: ya antes les he hablado de otros desarrollos, como son una versión de The Legend of Zelda para calculadoras TI-83+, inspirado en TLOZ: Link’s Awakening (GB); Metroid Online, un mod de Halo CE que pretende enfocarse completamente en la experiencia en línea entre varios jugadores, proyecto dirigido actualmente por Seraphim (un gran fanático de la serie) y que parece ir por buen camino actualmente; y Star Fox: Shadows of Lylat (PC), otro desarrollo indie creado en base a Freespace_Open, que aunque todavía no ha sido liberado, esta quedando bastante bien según parece.
Puede debatirse la calidad, desde luego, pero el esfuerzo y las ganas que le echan a sus ideas es lo que cuenta. Y si nos ofrecen sus creaciones de manera desinteresada, ¿qué problema puede haber?